viernes, 19 de febrero de 2016

Los etéreos: PRÓLOGO

Prólogo:


“Eso” no era un héroe, ni tampoco un villano. Podía ser como ambas cosas pero, para bien o para mal, no dependía directamente de él.
“Eso” no era nadie, ni nada, que se pudiese tocar.
Pero había que denominarlo de alguna manera y lo llamaron PODER. Si, así, con mayúsculas y todo.
El poder era como una tarta en una fiesta de cumpleaños. Todos la prueban, todos pueden hacer cosas; pero hay algunos que se aprovechan y se comen toda. Estos últimos son los que hacen evolucionar al pequeño poder en el PODER. 
PODER en ocasiones entra en las personas y estas se dejan llevar, aunque los responsables de sus actos vallan a ser ellas. Porque aunque lo puede todo, aún quiere más, sobretodo si se encuentra con su íntima amiga Avaricia a la que normalmente tiene cerca. El PODER es una tentación y la Avaricia la que te la ofrece en bandeja de plata.
En las ocasiones que los dos están en contacto es cuando la persona que los alberga llega a ser un villano, nadie se ha resistido nunca, ninguno hasta el momento. 
Es demasiado y lo quieren poseer.
De avaricia hay mucho que contar, pero por ahora mencionaremos a lo único que comparten, uno de sus enemigos (si, también de esto quiere más y más). Es Valor.
Él, que primero discrepaba con PODER, (pues cuanto más se tenga más valor pierde); también tuvo sus diferencias con Avaricia que potenciaba los avances de su compañero.
Poder, el pequeñajo, era mas humilde y se llevaba bien con Esperanza pues las personas que lo llevaban consigo conseguían lo que querían, y eso si, no se aburrían. Podían nadar, bailar, leer, inventar, aprender.... Si querían, podían. Eso era lo que Poder les concedía.
A diferencia de este, PODER les garantizada una alta posición en la sociedad, tener a personas bajo su ley y mandato y ser la propia Justicia en sus numerosos territorios, (cosa que a Justicia no le hacia nada de gracia) además de ser ricos y a veces despiadados (por culpa de Crueldad, su tercero al mando), con sus súbditos.
PODER, al igual que su hermano pequeño, es del color del pórfido. El color de los emperadores recubre tanto su piel sus cabellos y ropajes. La gran diferencia entre ellos es el tamaño. Poder se podría calificar de adorable y optimista, mientras a que PODER no se le puede negar que es un coloso y que no da nada de buen rollo su presencia.
Ambos me recuerdan a emperadores romanos con sus capas y túnicas.

Y ambos también tendrán gran importancia en la vida de Nosué.

Continuará...

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