Los etéreos


Prólogo:


“Eso” no era un héroe, ni tampoco un villano. Podía ser como ambas cosas pero, para bien o para mal, no dependía directamente de él.

“Eso” no era nadie, ni nada, que se pudiese tocar.

Pero había que denominarlo de alguna manera y lo llamaron PODER. Si, así, con mayúsculas y todo.

El poder era como una tarta en una fiesta de cumpleaños. Todos la prueban, todos pueden hacer cosas; pero hay algunos que se aprovechan y se comen toda. Estos últimos son los que hacen evolucionar al pequeño poder en el PODER. 

PODER en ocasiones entra en las personas y estas se dejan llevar, aunque los responsables de sus actos vallan a ser ellas. Porque aunque lo puede todo, aún quiere más, sobretodo si se encuentra con su íntima amiga Avaricia a la que normalmente tiene cerca. El PODER es una tentación y la Avaricia la que te la ofrece en bandeja de plata.

En las ocasiones que los dos están en contacto es cuando la persona que los alberga llega a ser un villano, nadie se ha resistido nunca, ninguno hasta el momento. 

Es demasiado y lo quieren poseer.

De avaricia hay mucho que contar, pero por ahora mencionaremos a lo único que comparten, uno de sus enemigos (si, también de esto quiere más y más). Es Valor.

Él, que primero discrepaba con PODER, (pues cuanto más se tenga más valor pierde); también tuvo sus diferencias con Avaricia que potenciaba los avances de su compañero.

Poder, el pequeñajo, era mas humilde y se llevaba bien con Esperanza pues las personas que lo llevaban consigo conseguían lo que querían, y eso si, no se aburrían. Podían nadar, bailar, leer, inventar, aprender.... Si querían, podían. Eso era lo que Poder les concedía.

A diferencia de este, PODER les garantizada una alta posición en la sociedad, tener a personas bajo su ley y mandato y ser la propia Justicia en sus numerosos territorios, (cosa que a Justicia no le hacia nada de gracia) además de ser ricos y a veces despiadados (por culpa de Crueldad, su tercero al mando), con sus súbditos.

PODER, al igual que su hermano pequeño, es del color del pórfido. El color de los emperadores recubre tanto su piel sus cabellos y ropajes. La gran diferencia entre ellos es el tamaño. Poder se podría calificar de adorable y optimista, mientras a que PODER no se le puede negar que es un coloso y que no da nada de buen rollo su presencia.

Ambos me recuerdan a emperadores romanos con sus capas y túnicas.


Y ambos también tendrán gran importancia en la vida de Nosué

Capítulo 1: ETÉREOS:

Llegó diciembre y como todos los años se convocó la reunión de los etéreos, seres eternos en el tiempo e infinitos en el espacio que gobernaban, a veces involuntariamente, a las demás especies. Sobre todo a una raza; la humana. Era la que más se dejaba arrastrar por sus sentimientos; los cuales no siempre eran guiados por los etéreos más amables, por llamarles de alguna forma.

Nadie hasta el momento sabe como y porque los etéreos afectaban tanto a los seres mortales. Tanto a unos como a otros, desde a los ogros hasta a los elfos, pasando por todas las demás razas inteligentes. O por lo menos así consideradas, porque realmente más que sabiduría lo que tenían los ogros en la cabeza era un vacío que ni todos ellos con su gran tamaño podrían llenar.

Al principio de todo, infinitamente antes de lo más anterior que pudieses estarte imaginando, los etéreos no conocían a los demás seres. Directamente, no se conocían así mismos.

La Ignorancia por aquel entonces era de los más fuertes entre los etéreos, pero, como no, ella no lo sabía. Así, no pudo apreciar lo ventajoso de la situación y la posición en que la dejaba. Sabiduría en algún momento de este extraño proceso se dio a conocer y poco a poco colaboró a que los demás etéreos se conocieran a sí mismos.
Se podría decir que todo, para bien o para mal, empezó gracias a la ignorancia.

Y esto es aplicable a las cosas más pequeñas, pues hasta que no nos damos cuenta que ignoramos algo y nos sorprendemos por ello, no lo podemos saber.

Estos son uno de los momentos clave de Sorpresa, como no intervenga lo hace la Indiferencia y esta nubla a la Sabiduría de tal forma que hasta ella desconoce la razón, pero sencillamente no quiere saber el porqué.

Veréis, fue en el momento justo en el cual el primer Etéreo se descubrió, cuando el primer llanto de un bebé rompió el silencio de su hogar, abajo, en la tierra. Y no fue para nada, casualidad.

Suerte tampoco influyó, pues aún no se conocía a sí misma. La primera en conocerse, claro está, fue Sabiduría. Gracias a la ignorancia de la propia ídem (la Ignorancia).

Después de este gran suceso llamaron Nosué al bebé, un nombre común entre los humanos. También después del acontecimiento Sabiduría fue presentando a los etéreos a sí mismos, porque ella si que sabía quienes eran. Excepto en el caso de Duda, con la cual la costó decidirse, (si es que lo llegó a hacer).

Mientras ellos se descubrían y jugueteaban con los mortales seres de abajo, uno de ellos crecía. Uno bastante especial. Que había nacido bajo la sabiduría más inocente.

Uno al que habían llamado Nosué.


CAPÍTULO 2: LA REUNIÓN.

Como habréis observado gran parte de la infinita vida de los etéreos había estado gobernada por la Ignorancia. Y aún sin saber de su propia existencia, sin saber de la existencia de las demás razas, aún así, les manejaban como marionetas. Su alcance era ilimitado y todos caían en sus redes invisibles.

Tan invisibles como ellos mismos.

Y invisible fue también la llegada del primer gran fallo de los Etéreos, ni ellos ni nadie lo vieron llegar:

Llegó el punto en el que los humanos dominaron a las demás razas guiados por los etéreos (que ni se daban cuanta de lo que hacían).

Si os interesa, la catástrofe aniquiló una raza entera. Total, casi nada. Y Nosué y todas las razas actuales solo han oído hablar de los duendes, en cuentos infantiles y leyendas contadas por los más ancianos. Lo que no saben es que en esos cuentos se cuentan las más grandes verdades.

Todo sobre la raza extinguida lo podrá encontrar en la biblioteca del hogar de la sabiduría, si es que lo encuentras porque... hummm... digamos que no es el secreto mejor guardado porque solo lo sabe un ente, la dueña de la casa. La propia sabiduría en persona, o en etéreo si hablamos con propiedad.

Pero la historia de todos los que han salido en su búsqueda y no han logrado hallar ni una sola pista, ni un resquicio en la barrera de la propia ignorancia, esa; es otra historia.

Esta, en cambio, trata de la reunión de diciembre (en la cual los Etéreos se reunían para impedir otra tragedia), todo lo que se decidió en ella pero no se cumplió.

Este año la reunión cumplía cinco años a la vez que Nosué soplaba la vela de los veinte. Quince habían tardado estos seres en conocerse a sí mismos, quince fueron los años más normales un la vida de Nosué.

Cada uno con sus cosas, excepto la Duda que seguía en la puerta dudando como entrar, la reunión se estaba llevando a cabo, y cada uno debía pedir ayuda a su opuesto en el caso de que las cosas se le fuese de las  manos, que es lo que solía pasar demasiado a menudo.
Pero claro, digamos que por algo eran opuesto: no se llevaban demasiado bien...


En este encuentro siempre se decía lo mismo. Y lo mismo pasaba siempre: nadie lo cumplía. Digamos que los etéreos no son seres en los que se pueda confiar.


Capítulo 3: Reuniones y cumpleaños ... 


Mientras Alegría tarareaba y Tristeza lloriqueaba como de costumbre, Ira no paraba de gritarles e impaciencia le metía prisa. Entretanto Sabiduría aconsejaba a Ira de que las cosas no se arreglaban así e Ignorancia no sabía ni que hacía allí se día. Emoción no paraba de mirar hacia abajo la tierra, donde se estaban soplado unas velas y Nostalgia en vez de mirar abajo miraba atrás, hacia atrás en el tiempo.

Los demás etéreos estaban cada uno a lo suyo, pero caben destacar a la indudable Duda, que tras ser obligada por Decisión a entrar ahora dudaba donde sentarse, y a Poder, que debía de sentirse el jefe o el cabecilla de la reunión por que se había apropiado del mejor asiento, que era casi un trono, por sugerencia de avaricia, y miraba a los demás con Desprecio (literalmente, pues este estaba a su lado) y a sus pies se encontraba el pequeño poder.

Este deseaba poder empezar la reunión pues a eso había venido y además de poder empezar, pues había llegado todo el mundo, debía. En eso Deber le apoyaba fervientemente.

A Nosué ahora mismo le invadían varios etéreos, desde emoción por su cumpleaños, pasando por Amor, por recientes sucesos y por Duda por otros acontecimientos varios.

Cenaron toda la familia reunida en el salón de su pequeña casa, cosa que no solía pasar de habitual. La familia de Nosué era muy normal: el padre, un hombretón grande, alto y fornido que por estas características nadie diría que Nosué era en quinto de sus seis vástagos…; la madre,  amorosa con todos,  o la mayoría de sus hijos;  y sus cinco hermanos, los cuales todos trabajaban las tierras en el campo del señor del  lugar excepto Nosué y el más pequeño, ambos se libraron del duro trabajo ya que abrieron la escuela del pueblo cuando estos tenían la edad adecuada y como las cosas no iban mal, pudieron asistir a las clases que allí se daban.

Sobre la cena no hay mucho que contar, Esfuerzo no intervino más que lo justo, aunque Justicia no sé si estaría muy de acuerdo con la expresión anterior.
Tras este día todo pareció seguir su cauce pues Nosué siguió con los estudios y, por otro lado, los etéreos no habían decidido nada con su reunión, lo normal.
Aunque que no hubiesen tomado decisión alguna no quiere decir que nada ocurriese, pues como todo bien conocedor de los etéreos sabe, la mayor parte de las veces ni se enteran de que cambian las vidas de las razas que viven sin saber siquiera de la existencia de estos seres.

Y, cuando no sabes que algo existe, no puedes evitar sus consecuencias, y menos controlarles.


Continuará...

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